viernes, 2 de marzo de 2012

El Círculo Virtuoso.

A mis 15 lectores, y a otra muchedumbre más de amigos, de entrada, les agradezco haberse tomado el tiempo y el detalle de abrir una página de internet, presionar un botón para posicionarse en un punto en específico en la pantalla, teclear muchos o pocos (siempre los suficientes) caracteres y hacer que esos caracteres definan un sentimiento (cercano o lejano, que importa) traducido en felicitación cumpleañera para, aquí, su Vago Cantor.

Les cuento que cumplí años, pero eso no es lo importante... no, no es cierto, SI es lo importante! jajaja!... Bueno, total que el 27 de febrero fue mi cumpleaños PERO, lo más importante, es que el 28 cumplí un año de un experimento que consciensuda, tozuda, diligente y disciplinadamente llevé a cabo y seguiré llevando a cabo. Un experimento cuyos resultados no se pueden ver sino cada año. Un experimento sobre la teoría del bien existente dentro de cada persona, de la aceptación del uno por el otro, de las ganas de tener una convivencia.

Este experimento consistió en que, desde hace un año, como les decía, he felicitado a todas las personas que el Facebook me recuerda que es su cumpleaños. Seguramente se me pasó alguna, pero también estoy seguro que fue la inmensa mayoría a quienes, al menos, les dejé unas palabras de felicitación en su cumpleaños.

Esto no lo hice sólo por el afán científico-social del experimento. La verdad es que la idea salió por el hecho de sentirme avergonzado por recibir tantas felicitaciones en mi cumpleaños y brindar tan pocas el resto del año. Se llama Reciprocidad. Y, entonces, me vino a la cabeza que eso nos falta, no solo como individuos sino, por consiguiente, como sociedad. Somos, EN GENERAL, como sociedad y como individuos, mal agradecidos. No tenemos el concepto de reciprocidad como un valor de nuestras vidas y nuestra convivencia diaria. Si alguien deja pasar a una viejita, no nos ponemos a pensar que merece que uno lo deje pasar también. No comenzamos, ni continuamos, la cadena de favores que hacen de una sociedad un lugar ameno y seguro para vivir.

Mi teoría se llama Amor Recíproco y les explico: Dado que no soy Jesucristo (aunque intento seguir su ejemplo) y mucho menos Dios, mi amor no es infinito (Bófonos!... y pensaban que si!?). Entonces, mi amor se necesita nutrir. De donde?, pues de lo que se consigue en reciprocidad. Es decir, de lo que me regalan mis amigos, mis hijos, mi pareja.

El amor de pareja, para mí, es como dos personas que se regalan agua de un pozo propio. Dichos pozos tienen una cantidad finita de agua. Mientras una persona le regale una cubetada de agua a su pareja para que la ponga en su pozo y, la pareja, también decida darle una cubetada de agua, ambos pozos seguirán sanos, produciendo y nunca se secarán. No se trata de darte de mi agua por obligación, sino porque te amo; porque quiero que no se seque tu pozo, porque me siento con ganas de ser recíproco al recibir tu cubetada. Cabe mencionar que, cuando se seca el pozo (y siempre se seca porque uno deja de regalar cubetadas), la convivencia se pone difícil y las relaciones acaban. Uno da (y siempre debe dar) hasta que se acaba el agua. Ese, en sí, es el acto de amor. Y cuando en mi pozo se acaba el agua para dar, entonces, hay que esperar... si: esperar la siguiente temporada de lluvias y decidir si quiero seguir dando mi agua a la misma persona o busco otra persona o lugar, o lo reparto en muchos pozos, o me quedo con mi agua.

El amor de amigos, según yo es esa temporada de lluvias que hace renacer lo yermo. Que llena pozos. Que ayuda a seguir dando. Y es lluvia, digo, porque no viene a cubetadas. Cada quien aporta una gota (a veces grande, a veces chica) pero que, en su conjunto, se convierten en veneros y a veces en torrentes. Vuelven a llenar pozos (por filtración o por precipitación).

Total que, hace un año, puse como hipótesis que, dentro de la mayoría de nosotros, existe el bien; existe la reciprocidad y que sólo falta quien la ponga a andar. Entonces me decidí a felicitar a todos y ser yo quien la pusiera a andar.

Resultados del experimento: Claro y conciso:
1) Este año me llegaron el doble de felicitaciones (y yo que pensé el año pasado que no me podían llegar más!). Será resultado de eso?... No lo sé. Tendré que esperar otro año para crear tendencia y consistencia en los resultados.

2) Mis amigos no despertaron a su reciprocidad porque yo decidiera felicitarlos en su cumpleaños. Fui yo quien, hace un año, despertó a lo que otros hacían! El malagradecido era yo. El que "no tenía tiempo" para ser recíproco, era yo. El que no estaba siguiendo la cadena de favores, era yo. Y esta es la más valiosa lección.

3) En cuanto me alineé, sin querer, con el Circulo Virtuoso, comenzaron a pasar cosas. Cosas buenas. Y, además, siento que cumplo con mi granito de arena para la Paz de este país que, ah! como nos hace falta!

Entonces, GRACIAS! A quienes se tomaron ese tiempo, a quienes leen esto (por lo mismo), a quienes saludan en la calle, a quienes dan el paso, a quienes son recíprocos. Gracias!


QUE TAL DURMIÓ? MMDXXX (2,530)
Como dormirá Peña Nieto y el Peje con los resultados de la encuesta GEA/ISA donde pone a Josefina a 7 puntos? No soy Panista, pero si fuera Peña Nieto o el Peje, hubiera dormido mal ayer.

MATAME ESTA...
Hablando de agua y ya que entramos abrúptamente a Marzo... 'pos AGUAS DE MARZO. 

4 comentarios:

  1. Vago, ¡qué increíble! hace una semana yo escribí en mi columna "Gratitud" y hablo igual de la reciprocidad y de la cadena de favores. Q pex? seremos algo? revolotean los (la) ángeles? Me encantó lo de las cubetadas al pozo. Te amo! Au

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  4. La palabra Reciprocidad es la que junto a Honestidad está siempre en mi speech, con amigos, extraños y familiares, me da gusto leerlo en tu post de hoy. Refuerza mis convicciones y me hace sentir menos sólo.

    Con respecto de tu ejercicio, hay que eliminar también el sesgo que existe a causa de el incremento en la utlilización del Facebook, los últimos tres años la curva ha ido en franco ascenso.

    Si habláramos de tu blog como un producto que se comercializa (aunque el costo fuera únicamente el tiempo que se le dedica a leerlo), debiera ser uno muy exitoso pues tiene lo más importante: calidad. Lo que en las marcas de consumo se utiliza como medios masivos de difusión, aquí se traduce en recomendación de influencers al resto de la comunidad online, la recomendación de boca en boca sigue existiendo del mismo modo que en el mundo no virtual. Pero son los influencers quienes le dan un push exponencial a la difusión. Se que no los necesitas, pues no tienes prisa. Eso está bien, lo importante es que el producto es bueno, de modo que existirá recompra y tendrás clientes leales. ¡Felicidades! y gracias de nuevo por compartir.

    Un abrazo,

    Charlie

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