De los que son callados (o que guardan la voz para mejores discusiones),
De los que no son estridentes (o que guardan sus energías para mejores rivales),
De los que no toman las calles (porque tienen que ir a trabajar)
De los que no publican en internet mensajes agresivos (porque no son agresivos como personas tampoco),
De los que votan (sin contestar encuestas)
De los que cumplen (por convicción)
De los que pagan sus impuestos (por congruencia)
De los que no trafican con droga o piratería (por ser ilegal)
De los que se divierten sin ocasionar desmanes (porque fueron solo a divertirse)
Etcétera
Etcétera
Y otro largo etcétera...
De ellos no se habla. Son casi invisibles. Son indetectables en las encuestas porque son los que contestan "No, gracias, no le quiero contestar su encuesta". No salen en los noticieros porque no traspasan los derechos de terceros, ni piden derecho de réplica, ni solicitan una comitiva para que los atienda o hacen asambleas para dirigir "el movimiento". No twittean o facebookean más de lo que la cordura les dicta. Son los que reconcilian siempre y los que sirven de amalgama para que la sociedad no colapse.
Son (somos) a los que despectivamente nos llaman "conservadores". Y todavía no entiendo porqué se ha convertido en palabra tabú y, peor aún, en insulto.
Quiero conservar lo que tengo: cierto y no lo niego. Quiero que conservemos ciertos valores como sociedad: También cierto y no lo niego. Quiero que se conserven los niveles de estabilidad macroeconómica del país. Quiero que se conserve un rumbo que en pocos años le ha dado la vuelta a una eternidad de inestabilidad y que, creo, si le damos un poco más de tiempo veremos los resultados del esfuerzo (por un buen gusto, un mal padecer; decía mi padre). Quiero conservar el medio ambiente para que mis nietos conozcan la naturaleza. Quiero conservar... y no sé a qué hora fuimos vilipendiados por la minoría. No se a qué hora, esta palabra se comenzó a usar como símbolo suficiente para ser quemados en leña verde en la plaza pública. A que hora nos convertimos en las Brujas de Salem. No estoy de acuerdo!
La contienda está cerrada, digan lo que digan las encuestas pues, como les digo, esta mayoría no esta contemplada en ellas. El nivel de rechazo a contestar una encuesta es de casi el 50%. Es decir: para conseguir 1000 encuestas válidas (aunque alguna de las preguntas salga como "no contestó"), se necesita pedirle a 2,000 personas que te la contesten. La mitad ni siquiera te permite que lleguen a la pregunta 1. Ese 50%, por lo tanto, no está en las encuestas.
Chequen a su alrededor... habemos más de los que se hacen notar, más de los que se ven a la primera. Más de los que se imaginan.
No somos 132... somos millones. Cuantos? Se va a ver este domingo 1 de julio. Aguanta Josefina, que los vilipendiados conservadores votan callados. Votan silenciosos. A ver si alcanza para tener más votos que la estridencia, las mentiras y las ocurrencias.
Como pueden ver: ya me decidí. Y con esto, a respaldar las decisiones, si es que somos mayoría. Y si sí o si no, a cerrar heridas, a amalgamar y ayudar a amalgamar (con mi granito de arena) para que la sociedad no colapse. A retomar los abrazos con mis amigos priístas y pejezombies. Sea cual sea el resultado, mi abrazo siempre. Que gane el que quiera la mayoría.
Hasta el 2018 que volvamos a devolver las entrañas en campañas fratricidas pero necesarias! Ah, que bien se siente ser parte de la democracia! Venga!.
QUE TAL DURMIÓ? MMDCXLVIII (2,648)
Como dormirán los mapaches en la víspera?...
MATAME ESTA...
Déjenme repetir otra canción... Comencé con ella este ciclo rumbo a las elecciones y cierro con ella también. Se llama CADA PAIS de Buena Fe y la repito por una estrofa, muy ad-hoc:
"...Cada país por los pasos que anda
refleja quien manda,
cada país por lo que entristece
nos muestra quien obedece..."
Es tiempo, como cada 6 años de levantarse de la cama y tomar el futuro en nuestras manos, un voto a la vez! Votemos!
