jueves, 26 de enero de 2012

Quien tiene la razón?...

... y quién le dijo que la tenía? (Ah, méndigo!... acabo de exponer la paradoja de la vida en sociedad!).

Así de fácil y de sencillo: Nadie tiene el derecho a decir qué está bien y qué está mal... y, sin embargo (diría Galileo), se hace. Porque es imposible decir que nada es bueno ni malo (correcto e incorrecto, razonable o ilusorio) sin que esa misma afirmación sea descalificable.

Les comento que tuve la oportunidad de conocer a (por momentos estudiar, ver en acción y, seguramente, aprender algo de), una persona que calificaría de Rojo-Azulado... tirándole a Verde!

Rojo-Azulado porque me pareció que era medio comunista pero tan conservador como el que más... y Verde porque creo que era Priísta (es que mencioné el tema del susodicho partido y todos los asistentes como que arquearon la ceja, se hizo un segundo de silencio -como diciendo: ya valió la reunión- y se retomó otro tema -no relacionado- de manera inmediata y mirando todos hacia "otro lado"... su Vago Cantor, ante el escenario descrito, hizo mutis). Se describió a si mismo como Liberal ("me estoy pasando de liberal" decía) y yo pensaba en mis amigos liberales que, por años, se han roto el lomo para que su "liberalidad" no les niegue ver la opinión de un tercero porque, ahí es donde se pierde el liberalismo (según me dicen).

Les decía pues, muy comunista, muy comunista, pero eso sí, en camionetota y vistiendo de marca (hagan de cuenta los hijos de Castro en La Habana). Muy "tipo que: todos somos iguales y todos tenemos derechos... hasta los estúpidos que no concuerdan conmigo". Y, entonces, muy ufano y con ínfulas de autosuficiencia (no es calificativo, lo estoy tratando de describir objetivamente -ya dije que aprendí algo-) soltó la frase de la noche (según él): "No hay que discutir con estúpidos porque, primero: te rebajan a su nivel y, segundo: ahí te ganan por experiencia". De primera impresión, es graciosa la frase (muy vieja y primitiva, pero graciosa) y, por un momento, hasta hace sentido. Digo "por un momento" porque a mi me parece que, el que tiene un gramo de autocrítica y piensa dos veces lo que va a decir, antes de poner un calificativo de estos, la deshecha de inmediato. Es imposible descalificar de esa manera a alguna otra persona (por su credo, por su religiosidad, por su color, por su discapacidad motriz o intelectual... o por ser estúpido) sin descubrir inmediatamente que se pertenece al mismo clan.

Y lo arriba escrito podría sonar lógico si, de nuevo, no fuera que le estoy poniendo la etiqueta al susodicho y, por consiguiente, a mi mismo. Ven??? Esto es lo que no me ha dejado dormir!... Cómo se sale de la paradoja?

Y digo ¿cómo se sale?, porque este relativismo o absolutismo extremo en el que vivimos es el que sirve (desde mi punto de vista) como caldo de cultivo para el extremismo, para la polarización, para el encono. Es mecha, fulminante, casquillo, explosivo y munición de la sinrazón. Sirve como mensajero y agorero del desastre en una sociedad que no hace por cambiar. Que no hace nada por comunicarse; muchas veces ayudada por los medios de comunicación y la tecnología misma.

Tenemos a la mano las ideas que penetran duro en las mentes de nuestros semejantes que están a medio mundo de distancia pero, al mismo tiempo, estamos tan metidos aprendiendo eso que no sabemos lo que piensa quien vive a un lado nuestro... o cómo se ha (de)formado la sociedad en la que estamos inmersos. No hay acuerdos explícitos. Muchas veces, ni siquiera tácitos. Es la ley del más fuerte, la del más vivo, la del más gandalla, la del hoy y el ahora.

Pero, al mismo tiempo, -realidad no vivida ni de cerca- es la de "esa novelita de tres tomos que escribió el tal Carlos Marx" (diría Frank Delgado en su canción: KONCHALOVSKY HACE RATO QUE NO MONTA EN LADA. Se los explicaría, pero yo tampoco le entiendo! jajaja!... chequen los gráficos, ahí los va llevando)  o la de Cuba vs EEUU, la de Chavez vs Obama, la del EZLN, la del EPN, la de los Tarahumaras, la de Peña Nieto, la de Josefina, la del Peje. Todas, menos la de uno.

Y regresamos: Existe el Marco Legal (eso esta fácil)... pero qué del Marco Ético? del Marco Moral? del Marco Social?... esos, desgraciadamente para mí, se encuentran tan en desuso, tan difuminados, tan sin seguidores, que acaban como letra (si no muerta) en coma... y tan en coma, que cabe tanto absolutismo y tanto relativismo... y ahí vamos con la paradoja de nuevo! No les digo!...


QUE TAL DURMIÓ? MMCDLXCV (2,495)
Y Acteal?... (Ahora que me acuerdo),,,

MATAME ESTA...
Pues ya que mencione a Frank Delgado, (autor cubano post-moderno, post-trova y  póst-casitodo quien retrata la caída del socialismo -que él SI VIVIÓ- sin, por eso, "renegar de las utopías" en que cree) que se me ocurre que, para esta ocasión, además de la de Konchalovsky, anda quedando mejor otra: GUERRILLERA FRUSTRADA. Ah!, como hay de es@s!... Chin!, ya regresó la paradoja!... No les digo!...

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