Lo digo porque, en entrevista con la psicóloga del susodicho instituto, nos han felicitado como padres a mi esposa y a mi. Y eso, queridos amigos, es graduarse! Y nomás me gradúo de kinder porque sé que me queda mucho trecho por recorrer.
Pero dejen les platico: Ahi tienen que vamos a llevar a los chamacos a una escuela para que los "evaluaran". Han de saber que ahora son las escuelas quienes escogen a sus alumnos y no al revés, como solía ser. Ahora hay que cumplir con un cierto perfil para que los docentes puedan hacer su labor... no vaya a ser que les salga un Vago Cantor y les rompa el esquema.
Pues total que ahí vamos a que los "evalúen", les digo... y, dicharacheros cual son mis vástagos, pues no tuvimos más que decirles "vete con la maestra" para que, ni tardos ni perezosos, nos largaran por algo de comer porque "quesque iban a estar ocupados".
Reacción número uno: "Mi hijo es independiente!"... es el consuelo que le queda a uno para no pensar que en realidad no nos necesitan. Esperaba que ese sentimiento fuera en unos años, pero me lo están adelantando.
Reacción número dos: "Vámonos! No vaya a ser que regresen!"... pero ahora también hay DIF y derechos de los niños y un largo etcétera que nos enfrentaría con la justicia... y ese no era el plan.
Al cabo de algunos minutos, sale mi hija, ufana cual es, con el comentario certero: "Me fue muy bien"... al poco rato, sale su hermano quien fue un poco más interrogado que la primera, pero con el mismo comentario "Me fue bien... que vamos a desayunar?"
Como la escuela no es cosa de tomarse a la ligera, y eso la misma escuela lo sabe, ahora fuimos nosotros lo que pasamos a la catafixia. Nerviosos (no fuera a ser que les echáramos a perder la tarea a los pequeños demonios) fuimos contestando las preguntas capciosas que nos tiraban. A fuerza de verdades maquilladas (digamos que no era plan decirles que con mis hijos se las van a ver negras), parece que quedaron conformes con nuestra sanidad mental (ja! si supieran!).
Entonces vino lo bueno. Lo que todo padre quiere escuchar. Lo que le da sentido a mi vida: "Los felicito", dijo la circunspecta, "es un placer trabajar con niños que tienen tanta seguridad en sí mismos, un sentido tan sólido y arraigado de familia, además de ser desinhibidos... tienen bases muy sólidas para seguir formando su personalidad y formarse como personas". Bueno, no me acuerdo de las palabras literales, pues yo desde la primer frase ya había sentido alivio... pero algo muy parecido fue.
Y, los que han pasado por esto, sabrán que se siente alivio, orgullo, paz... y ganas de llorar. Porque uno nunca sabe si va bien o mal (estos huercos no vienen con instructivo o manual), y se duerme uno con el remordimiento del regaño dado pero con la esperanza de haber hecho lo correcto. Se duerme uno con la plegaria de no hacerles daño... de no traspasar los traumas propios... de ser al menos un cimiento que a la larga debe servir de trampolín... y ojalá les hayamos enseñado a nadar en este mar que es la vida donde las tormentas los harán pasar malos días pero también donde disfrutarán playas y días soleados.
Total, que el sentimiento fue de satisfacción plena. Más que cualquier aumento de sueldo, más que un par de campo en el golf, más que cualquier cosa que de soltero me pude imaginar.
Y le da, entonces, sentido a muchas decisiones difíciles que se han tomado. Y toman sentido los desvelos, el trabajo, los sueños propios dejados de lado. La vida propia ya no es tan propia. No somos solos. La vida se convierte en interpersonal. Y lo interpersonal en responsabilidad.
Estos canijos chiquillos me quitan las ganas del egoísmo!
QUE TAL DURMIÓ? MMDLXXVIII (2,578)
No entiendo a los pederastas. No entiendo a los que comercian con niños. No entiendo a los que los abandonan. No entiendo a quienes abortan. No entiendo a quienes piensan, antes que si, en ellos mismos. Como duermen?
MATAME ESTA...
I rest my case with this song. Sigamos en el tenor, con otro tenor: SERRAT y "Esos locos bajitos". En versión magistral del autor.
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