Que les vaya siendo leve el fin e inicio!

No están ustedes para saberlo, pero yo sí para contarlo: Voy a recibir familia para el Año Nuevo! (Y la República tiembla y reflexiona)*. De hecho, hoy comienzan los festejos! Fiesta de la compañía, harta gente dentro, fuera y por los alrededores de la casa, harto whisky, harta comida (garnachas tampiqueñas preparadas por aquí su Vago Cantor) hartos gritos, órdenes, mentadas, abrazos, besos y cuanta demostración de importancia mutua se puedan imaginar.

Todo eso, para mí, es simplemente motivo de gusto agusto. Que cosa, no? Quien lo diría... pero así es la vida: cíclica. Al inicio no te quieres separa de los padres y hermanos... llega una etapa en que, ni te los mencionen, porque te agrian el trago... y, a luego, llega la vida en solitario pero solo en el plano físico... finalmente, la nostalgia de unos días en que todos se juntan.

Será que no nos vemos diario? Será la vejez prematura? Será que, con la llegada de los hijos, nos damos cuenta que la relación con papá, mamá, los primos, los tíos (todo aquello que para nosotros pasó amenamente, pero sin pena ni gloria), aunque les pase sin pena ni gloria a ellos también a la larga será importante en su vida? Será, simplemente, que con el tiempo, sabes que la vida es finita y que si no los ves ahora, cuando sea tarde se pondrá más canijo? Será que se trata de construir cuantos más recuerdos puedas en un plazo que sabes que cada segundo está más próximo a terminar y que, peor aún, no sabes si se termina mañana o dentro de 50 años?

En fin... pues como lo pudieron ver, me gusta el Año Nuevo... más que la Navidá. Me gusta porque siempre me ha gustado cerrar ciclos y abrir nuevos. Me gusta porque te da, cada año, la oportunidad y el pretexto perfecto para empezar de nuevo. Para perdonarte errores cometidos en el año y ser optimista en que no los repetirás en el que sigue. Me gusta porque veo a mi familia... ah, jijo! La Famila!

Sicierto! que aquí está la familia!... y, precisamente por eso, ya me voy! Que el Gordo Barbón les haiga (sido como haiga sido) traído lo que les haga feliz y que el siguiente año nos regale lo mismo cada uno de sus 356 días (no me equivoqué) hasta que los Mayas nos lo permitan.

* Nota del enfiestado autor: Ya los recibí y ya hasta se fueron!

QUE TAL DURMIÓ? MMCDLXVII (2,467)
Como cerraran el año nuestros políticos? Con el mismo sentimiento que los familiares de las Muertas de Juárez?

MATAME ESTA...
Vamos por un clásico: Ya sé que esta muy usado, pero UN AÑO MAS me sigue apretando el esqueleto cada que la oigo. Ya sé que me van a decir que no es la versión original y que aquí no están Nacho ni José María, etc... pero comprendan: Tengo un público que no sólo es ochentero! Hay que darle variedá.